El borrón de tinta

Cuando era niño, las tareas escolares domiciliarias, las escribía en el “cuaderno de deberes” con tinta en tintero y con pluma. Era todo un arte realizar la tarea cuidando la técnica general de la escritura: caligrafía, el uso de la tinta y la pluma; pluma que era de metal, intercambiable, con un cabo alargado de madera.

Un error en esa labor traía graves consecuencias. Y si existía el sentido de la responsabilidad, el sufrimiento podía ser muy grande,… hasta las lágrimas. Mi madre me acompañaba y ayudaba en esas tareas en borrador y yo las pasaba al cuaderno en limpio.

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