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Sentate a pensar

En la actividad docente es ya poco usual que se «ponga en penitencia» a los niños, esa práctica nada edificante ha ido siendo sustituida por otras como enviar al niño a que se «siente a pensar».

Claramente que la intención del adulto es que el niño no vuelva a cometer ese error nuevamente, que se detenga y reflexione sobre aquello que hizo mal, pero eso que le estamos pidiendo ¿es realizable? ¿Tiene el niño la capacidad de reflexionar por si solo? Bajo la luz de estas reflexiones, mandar al niño a pensar, ¿No es en definitiva muy parecido a ponerlo en penitencia? ¿Cómo proceder entonces?

La OBEDIENCIA INTELIGENTE: un concepto original

La desobediencia es una deficiencia caracterológica que aflige a niños, adolescentes, jóvenes y aún adultos.
Incubada en la niñez, se manifiesta generalmente como rebeldía, al no enseñarse al niño las razones por las cuales debe obedecer y los beneficios que la obediencia reporta a la vida.

Preocupaciones Pedagógicas

Preocupaciones Pedagógicas

Conversación de dos docentes de enseñanza secundaria de la República Oriental del Uruguay, enfocando más que lo curricular, la labor formativa que la enseñanza debería ejercer sobre la conduca, la moral y en particular, el sentido de la responsabilidad hacia su vida como la de los demás. El Profesor Cabiró destaca cómo la pedagogía logosófica brinda las bases para que cada alumno pueda manejar por si mismo ese proceso de formación humana, en forma más acertada.

El incentivo moral en la formación del educando

El incentivo moral en la formación del educando

¿Cuáles son los incentivos que un docente puede movilizar en el educando? No es una respuesta fácil ni unívoca. Pueden mencionarse diversos incentivos capaces de promover un movimiento en un ser humano, los que podrán variar o destacarse según las diversas edades, características individuales, del medio, del momento en el que se esté realizando el acto educativo, la planificación del aprendizaje, etc… Podríamos además discernir y calificar diversas clases de incentivos, ya que podrá haberlos buenos o no tan buenos, oportunos o inconvenientes, permanentes o efímeros, utilitarios, superficiales, profundos, falsos, genuinos, liberadores de la individualidad o generadores de dependencia, rígidos, maleables, dignos, inadmisibles, ficticios o reales, etc. etc. Aunque pudieran todos y cada uno justificarse de haber sido gestados o aplicados «de buena fe», no basta que muevan a la acción para considerarlos aceptables, ni tampoco habrán sido siempre eficaces, apropiados o admisibles a la hora de una evaluación sincera y constructiva de la función docente y de sus logros.

La Infidelidad

Con respecto a la conducta de infidelidad, si bien intervienen manifestaciones instintivas, también es el resultado de la participación de algunas deficiencias psicológicas tales como la propensión a lo fácil, la irresponsabilidad, el egoísmo, la curiosidad, la falta de voluntad, la soberbia y las propensiones a la frivolidad y al deleite de los sentidos, entre otras. Pero ya sabemos que estas deficiencias del ser humano pertenecen al ámbito mental y que por lo tanto son factibles de ser corregidas y superadas.

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por | May 14, 2018