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Sentate a pensar

En la actividad docente es ya poco usual que se «ponga en penitencia» a los niños, esa práctica nada edificante ha ido siendo sustituida por otras como enviar al niño a que se «siente a pensar».

Claramente que la intención del adulto es que el niño no vuelva a cometer ese error nuevamente, que se detenga y reflexione sobre aquello que hizo mal, pero eso que le estamos pidiendo ¿es realizable? ¿Tiene el niño la capacidad de reflexionar por si solo? Bajo la luz de estas reflexiones, mandar al niño a pensar, ¿No es en definitiva muy parecido a ponerlo en penitencia? ¿Cómo proceder entonces?

La OBEDIENCIA INTELIGENTE: un concepto original

La desobediencia es una deficiencia caracterológica que aflige a niños, adolescentes, jóvenes y aún adultos.
Incubada en la niñez, se manifiesta generalmente como rebeldía, al no enseñarse al niño las razones por las cuales debe obedecer y los beneficios que la obediencia reporta a la vida.

¡YO SOY ASÍ!

¡YO SOY ASÍ!

“Yo soy así”. ¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase como justificación de cualquier conducta inapropiada? “Yo soy así, digo las cosas como son y en la cara”. “¡Y bueno, yo soy así, impulsivo!”. “Sí, yo soy así, ¡cuando se me pone una idea en la cabeza no me la puedo sacar!” Las más de las veces hasta expresadas con énfasis y orgullo, como si fuera un mérito. Pero, ¿Qué hay detrás de esta frase?

Sentate a pensar

Sentate a pensar

En la actividad docente es ya poco usual que se «ponga en penitencia» a los niños, esa práctica nada edificante ha ido siendo sustituida por otras como enviar al niño a que se «siente a pensar».

Claramente que la intención del adulto es que el niño no vuelva a cometer ese error nuevamente, que se detenga y reflexione sobre aquello que hizo mal, pero eso que le estamos pidiendo ¿es realizable? ¿Tiene el niño la capacidad de reflexionar por si solo? Bajo la luz de estas reflexiones, mandar al niño a pensar, ¿No es en definitiva muy parecido a ponerlo en penitencia? ¿Cómo proceder entonces?

El bichicome que llevamos dentro

El bichicome que llevamos dentro

Siempre me gustó mucho dormir y desde que tengo memoria siempre costó que me levantara de la cama por la mañana o a cualquier hora del día.

Por supuesto que este “gusto” mío siempre fue un problema por las consecuencias negativas que traía consigo. En una época llegaba tarde a la escuela, en otra al liceo, y más adelante a la facultad. Eso sumado a la vergüenza que sentía con esa situación que era señalada por docentes y compañeros de clase.

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por | May 14, 2018