Comentario Bibliográfico

“La Matemática de la Historia. Nacimiento, Grandeza y Muerte de las Civilizaciones”
de Alexandre Deulofeu Torres – Editorial Plus Ultra – Bs.As. 1978

Alexandre Deulofeu establece una tesis revolucionaria al exponer –en un amplio y detallado estudio de todas las civilizaciones conocidas – que todas las civilizaciones y los imperios se han sucedido milenariamente obedeciendo una ley matemática que, equivalentes a procesos biológicos perfectos, siguen inmutables designios. Donde se ha creído ver disonancias y libertad se puede encontrar una completa armonía y determinismo.

Asegura que siguiendo una ley cíclica perfecta, el proceso creador de nuevas civilizaciones se desplaza geográficamente cual una ola a través de la historia. Es así que, mientras algunas civilizaciones han cumplido ya el ciclo de 5100 años de nacimiento, grandeza y muerte, otras se encuentran en una de las tres fases cíclicas de 1700 años. Comprendido dentro de las civilizaciones, los imperios tienen una duración promedio de 550 años.

En el último capítulo de este libro refiere que, desde otros continentes, el centro creador se desplaza ahora hacia América siguiendo “una ley universal” y “es precisamente en la Argentina donde se ha iniciado un gran proceso creador y una nueva cultura”.

La historia se repite –continúa- y seguirá repitiéndose hasta que el hombre resuelva el enigma de su propia esencia y su relación con el Cosmos. “Es la cultura argentina la única que hoy por hoy puede darnos la respuesta”, afirma Deulofeu.

El prologuista de la edición argentina, Abelardo F. Gabancho, añade que Deulofeu extrae de la historia con mucha claridad, que toda civilización llega a un punto en que se enfrentan dos grandes fuerzas psicológicas: una es el egoísmo de aquellos que forman – en la concepción del autor – la aristocracia de la riqueza, y la otra es la envidia y los celos de los que no han logrado ascender socialmente, llegando las distancias a ser tan grandes e irresolubles que sobreviene la decadencia y destrucción del orden social.

Gabancho agrega que mientras ese proceso se inscribe en el campo económico y social, se cumple otro paralelo en el campo filosófico, verdadera causa del posterior desastre social. Según muestra la obra de Deulofeu, los pensadores de cada cultura por insignes que fueran, no lograron resolver el gran tema filosófico de todos los tiempos: el conocimiento de sí mismo por el hombre, con todo lo que esa expresión encierra. Esto luego lleva hacia la “externalización” de la cultura y con ella al más crudo materialismo de sus costumbres, apoyadas por corrientes filosóficas extraviadas: el epicureismo de la cultura griega, las bacanales romanas, o el existencialismo de los días actuales.

En la obra de Deulofeu, que consta de varios volúmenes, y en particular en el que titula “La paz mundial por la Matemática de la Historia”, asegura que:

«cuando la ley de la historia haya llegado al conocimiento de los ciudadanos del mundo, es de esperar que las guerras desaparezcan, aunque esto no alteraría el proceso biológico de las culturas, pero incrementaría indudablemente el bienestar de la humanidad.»

Y finalmente se pregunta si el conocimiento de la ley no permitirá también alcanzar un mayor conocimiento del hombre en sí mismo y, por lo tanto del Creador. “Es la cultura argentina, que está llegando a la plenitud creadora de su primer ciclo, la única que hoy por hoy puede darnos la respuesta.”

¿Qué puede aportar la concepción logosófica al respecto?

Según esta ciencia, la vida del ser humano, carente de conocimientos para realizar un proceso de auto conocimiento y superación consciente, ha estado circunscripta a un radio circular. Todos los cambios que puede realizar se suceden dentro de ese círculo, obedeciendo a una ley cíclica. De modo que todo cambio que se opera dentro de su actividad en ese círculo no es real, sino aparente, porque después de un tiempo, acontece otro que lo vuelve a su estado anterior. Son simples transformaciones externas en el ser físico y psicológicas en el anímico, pero que no obedecen en modo alguno a la Ley de Cambios que manifiesta toda evolución consciente.

De esta especialidad metodológica trata Logosofía. Cuanto antes se extienda este conocimiento, mayores posibilidades habrá de romper esa cíclica secuencia histórica.